andar por ahí | martin patricio barrios ago. 2012 | Page 37

Entonces yo me apuraba a verte, me apuraba para verte mucho, con todo, por atrás de tus pestañas como rayos de sol en una estampita en la que dios flota entre nubes, pero no eran nubes ni dios sino tus ojos, profundos, tremendos, que me derrotan casi siempre. Siempre. Estirar el tiempo, como se estira el último cigarrillo o convocar las cosas, los árboles, las ranas, los bichitos de San Antonio, trilobites, gomines de bicicleta, flores de palán-palán, las botellas descorchadas, lo que no tiene nombre, lo que no es permitido nombrar, los mártires y los héroes de amores prohibidos, y que todas las cosas convocadas, los seres y los objetos, la nada, incluso, se paren ahí, enfrente y te digan: dale bola. Es decir, yo te miraba y vos no, así empezó. Yo te miraba porque: 1. W2֒