andar por ahí | martin patricio barrios ago. 2012 | Page 26
La última vez que lo vi estaba parado en un puesto de
diarios de calle 12. Me miró con el ojo extraviado, el
ojo rojo, los pocos dientes negros y con olor a olores.
Nunca supe si sabía del todo quién era yo. Quién era
él seguro que no lo sabía hacía rato. Me miró con el
torso torcido de lado, tenía zapatos abotinados sin
cordones, un sobretodo y un hilo en lugar de cinturón.
Estaba un poco lejos de aquel otro, él que usaba gemelos de oro. Un poco lejos del fabulador que tenía
máquina de café express en la mesada de granito. A
mi me gustaba ir a verlo a su despacho del Palacio San
Martín, ¿viste qué lindo cuando taconean los granaderos?, decía, y era lindo, de verdad, pasar y que los
granaderos taconearan. Me miró con el ojo extraviado
y rojo y me dijo: acá estoy, viendo esta mierda que va
para acá y que va para allá. Señaló con la cabeza a
la gente. Era medio día. Menos mal que te encuentro,
dijo, porque vos también los odias a todos.
Chau, Gus, de verdad que fue un gusto.
Varanassi, India, 2010.