La porción radicular del diente puede ser simple, con un ápice o un extremo terminal, como en los incisivos centrales, o múltiple con una bifurcación o trifurcación que divide la raíz en dos o más segmentos, como es el caso de los premolares y los molares.
La raíz está firmemente anclada al hueso de la arcada, de manera que el diente mantiene su posición independiente pero relacionada con los otros. La parte de la mandíbula que sirve de soporte a los dientes, se le denomina apófisis o porción alveolar. La cavidad del hueso donde se inserta el diente es el alveolo dentario.