ANAQUEL.40.DICIEMBRE.2021 | Page 54

MUJERES DE ALMAGRO

María y su libertad

T apando su pelo rubio con los fulares más sedosos , María contempla el pequeño colibrí que le acompaña en su jardín . Envidia su libertad , poder volar y ser su único dueño . Cada día debe ser vestida de trajes pesados , trajes que le hacen sentir estar bajo la superficie del mar . Trajes que no le dejan respirar y que , sin importar sus colores , siempre se verá igual de pálida y delgaducha . Contempla el pajarito , consciente de que ella nunca tendrá su libertad . Ella es aquel animal que muestran para animar las fiestas o los bailes . Ella se compara con los leones que traen enjaulados de África . Tan bonitos a la vista , pero , en el fondo , sin libertad . Ella tiene dueño , un señor que toma cada decisión por ella . Un señor con el cual se casó . Un señor que le dio el techo de la mejor mansión , pero no le dio amor . Con el tiempo , María aprendió a respirar . Con tanto querer parecerse a las aves , dejó de hablar . Cada día era transportada de un lugar a otro cual peón de juego de mesa . En su lugar favorito , el jardín , hacía nuevos amigos a diario . Era consciente de que le tomaban por loca , pero encontró en los animalitos del jardín aquello que no tenía en palacio : Libertad .

S . Á . G .
54