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Comienzo mi paseo en Cuatro Camino y enfilo la Alameda de Oviedo . A estas horas me cruzo con poca gente ; el silencio que reina a estas horas hace perfectamente audible el sonido de las hojas secas caídas de los árboles cuando las piso al cruzarse en mi camino . Antes de terminar mi andadura por esta Alameda , me paro a observar la réplica de la Catedral de Oviedo instalada en la misma Alameda ; aprovecho la tranquilidad que el silencio me ofrece .
Sigo paseando y cruzándome con poca gente ; la mayoría lleva paso tranquilo , acompasado con el lento transcurrir de la tarde .
Pasando a la calle Burgos , puedo observar que la presencia de los paseantes se hace más palpable . De los portales sale gente que se incorporar a la calle . Aquí la tranquilidad de la Alameda desaparece y comienzo a notar que los transeúntes aceleran su paso . Los comercios de esta calle empiezan a abrir sus puertas , preparándose para la jornada vespertina . Más adelante llego a la Plaza del Ayuntamiento ; el buen tiempo reinante me invita a sentarme un rato . Desde allí también se puede observar el ir y venir de las gentes , que se entremezclan unas con otras . Son
Calle San Francisco de Santander testigos de excepción todos los que alrededor de la plaza ocupamos los asientos de los bancos .
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