Al día de hoy no soporto ni siquiera el olor de la leche de cabra ni el del queso de cabra , no lo entiendo ya que estaba muy rica y disfrutaba el momento
Pasé mi infancia en Falcón-Coro , Venezuela , allí mi abuelo tenía cabras , palomas , cerdos ... de las cabras él vivía ya que vendía queso , dulce de leche , carne y su piel con la que forraba las sillas y taburetes .
Yo era la encargada de poner el cuenco para que al colgar la cabra boca abajo la sangre cayese en él , y de quitarle la piel al animal , me colgaba de ella tirando hacia abajo y a la vez me columpiaba , después la tenía que echar sal y poner al sol para que se secara .
Ingrid Silva
A
bras , r me
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