POSPANDEMIA
Respeto a la vida
E l día que termine esta pandemia que nadie sabe cuándo acabará , aunque hay mucho iluminado que todo lo sabe pero no acierta ni una , voy a montar una comilona en mi casa en la que repartiré abrazos y besos sin ningún tipo de compasión pues llevo desde que todo esto explotó sin dar un abrazo o un beso a mi padre .
No es que sea yo muy de besar ni de abrazar pero tampoco es esto , porque cada vez que le veo no me atrevo casi ni a acercarme por si le contagio algo que está algo delicado de la salud , a los demás sí se los doy pero también con un poco de miedo , así que cuando esto termine que se preparen que habrá guerra de cariños .
Con mis amigos la verdad que , aparte de las mascarillas y una cierta prudencia con la distancia , poco ha cambiado en nuestra relación , seguimos haciendo las mismas cosas pues tenemos aficiones parecidas y nos encanta la playa y la acampada y todo lo que sea pasar el tiempo al aire libre con los niños correteando a placer y siguen siendo los mismos y seguirán siéndolo por mucho tiempo o eso espero .
Lo que peor llevo y llevan también ellos , son las asfixiantes mascarillas revienta orejas que no hay quien las aguante , una de dos o se me caen o se me convierten en orejas de soplillo , tengo heridas en ellas de las trece horas mínimo que las llevo de lunes a jueves pero en fin es lo que hay de momento .
En lo referente a los cambios , todo cambia para seguir igual pues me niego a alterar mi forma de vida , es la que me gusta y un “ bicho ” no lo va a cambiar ni me cambiará , como mucho me genera incertidumbre en el futuro
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