FÍSICO
Lo que estaba delante de mí era un recibidor
alumbrado por la única y débil bombilla que
quedaba sujeta a uno de los brazos de la
lámpara, magnífica y sucia de telarañas, que
colgaba del techo. Un fondo oscuro de muebles
colocados unos sobre otros como en las
mudanzas”.
Nada (Carmen Laforet)