Amigas | Page 13

C.S. Lewis ecuerdo la primera vez que leí esta cita, sonreí y pensé: ¡Es cierto! Ayer tuve la oportunidad de vivirla. Fui al gimnasio con una amiga, mientras hacíamos nuestra rutina de ejercicio comenzamos a hablar de nuestro día y poco a poco hablamos de las situaciones y retos que enfrentamos en estos días, mientras hablábamos aparecieron los « ¿en serio? » Todas hemos tenido muchas buenas conversaciones con distintas personas, pero eso no nos hizo amigas de la persona con la que hablamos. Sabemos que la amistad es mucho más que una buena conversación, es comunión. Es eso en común que nos une con la otra persona, participar juntos de eso en común. Pablo lo comprendió y por eso aconsejó a los corintios: «N o estén unidos en yugo desigual con los incrédulos , pues ¿ qué asociación tienen la justicia y la iniquidad ? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas ?» «¿tú también?» al punto que decidimos seguir la conversación e ir a cenar juntas. Luego de unas horas compartiendo, al despedirnos me dijo: « ¡Me alegra saber que no soy la única! » Recordé la frase de C. S. Lewis y volví a sonreír. [2 C o r i n t i o s 6:14] ¿Qué es eso que compartes con quienes llamas tus amigas? ¿Qué tienes en común con ellas? No me refiero a lo superficial, me refiero a los momentos importantes de la vida, cuando quieres celebrar una victoria, cuando las cosas no salen como esperabas, cuando tienes una decisión qué tomar, cuando necesitas retomar el camino, cuándo necesitas esperanza. Si Jesús no es el común denominador entre tú y tus amigas, tarde o temprano te encontrarás acompañada pero sola. Dios nos dice en su Palabra: «¿A ndan dos hombres juntos si no se han puesto de acuerdo ?» Ahora alguna de nosotras puede pensar, [A m ó s 3:3] ¿en serio? ¿Eso es amistad? ¿Solo necesito tener una buena conversación con alguien y entonces somos amigas? ¡No! Artículo publicado originalmente en coalicionporelevangelio.org 12