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registraron tan solo en Bogotá 51.781 vendedores informales (39% de la población ocupada de la capital según datos del Dane), una cifra bastante pronunciada de naturales que no contribuyen con el financiamiento de los gastos e inversiones del Estado (Consejo de Bogotá, D.C., 2018)
No obstante, suena muy atractivo el no pagar impuestos, sin embargo la gran mayoría de los universitarios de la sabana reconoce la importancia de los mismos. Según las respuestas recibidas a la pregunta “¿Qué función cumplen los impuestos?” la mayoría respondió acertadamente asegurando que son necesarios para financiar la salud, la educación, el régimen de pensiones, infraestructura. Etc. Y de hecho el 60. 7% de los encuestados reconoce que la carga tributaria es vital para el pleno funcionamiento
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Una de las consecuencias más graves producto de los vendedores ambulantes, que se desempeñan en la informalidad, es que estas personas no aportan a los gastos e inversiones del Estado. Este tipo de empleo significa serios problemas para el desarrollo de nuestro territorio, ya que tiene como consecuencia la creación de empleos de baja calidad, actúa como competencia desleal y lo que es de mayor interés, reduce la base impositiva del Estado, lo que tiene como consecuencia la congestión de los servicios públicos sin contribuir a su financiación (Dinero, 2016).
En palabras más simples, el problema con los vendedores ambulantes es que no pagan impuestos que si pagan las empresas, estas personas no contribuyen con el pago de los impuestos de renta, el local de industria y comercio ICA y las contribuciones a la seguridad social. Ahora el lector podría pensar que esto no es un gran problema ya que ¿Qué tanto puede producir un vendedor ambulante? ?, la respuesta a esta pregunta es incierta, pero de lo que si hay certeza es que hay un gran capital que el Estado no recibe, para el año 2018 se