American School of Asuncion Travesía 2017 - versión final | Page 54

ELISA:( voz preocupada)( le da un vaso de agua) Ten, bebe un poco. Tranquilízate amor mío, fue solo una pesadilla. PANCHITO: ¿ Ya estás bien padre? Cuéntanos qué has visto. S. LÓPEZ:( aclara la garganta, carraspea) Tuve una visión. Soldados imperiales arrancando la vestimenta de las mujeres. Aves de rapiña arrancando los ojos y entrañas de niños, ancianos y enfermos. Las tropas imperiales se encargaron de matar hasta el feto en el vientre de la mujer. La guerra grande ha terminado ….
ELISA:
( voz penosa) Cariño, no te preocupes, no es nada más que una pesadilla, aquí en Cerro Corá estamos todos a salvo.
PANCHITO:( confiado) Así es Padre, tú más que nadie sabes que analizamos el terreno a la perfección. Estamos rodeados de montañas y el río Aquidabán Nigui que atraviesa Cerro Corá. Este río ofrece simplemente dos entradas por las cuales pueden atacar los aliados. Estamos bien resguardados, padre, trata de descansar.
S. LÓPEZ: ¡ Ustedes no lo entienden! ¡ Lo que vi solo eran penumbras! ¡ Nos acorralaron! Me temo que no hay escapatoria( sollozando). PANCHITO: Pero, padre, todo saldrá bi …( Es interrumpido) S. LÓPEZ:( voz impotente y rabiosa) ¡ No Francisco! ¡ Te he fallado a ti y al pueblo, no los pude salvar! PANCHITO: Padre, ¿ a qué te refieres? S. LÓPEZ: En el sueño, al darme cuenta de que todo estaba perdido, envié a tu madre a que aguarde en los coches junto a tus hermanos y abuela; me causa una alegría inmensa que pudieron alcanzar el viejo continente al terminar la guerra. Pero toda esta alegría fue interrumpida al saber que caíste en batalla.
PANCHITO: ¡ Padre, no tiene sentido lo que dices! ¡ Estoy aquí, mírame! ¡ No iré a ninguna parte! Dime, ¿ qué ha pasado contigo? Digo, en el sueño.
S. LÓPEZ: Al igual que todo hombre que ama a su nación caí con la frente en alto. En la visión pude ver como los soldados imperiales hacían fila para escupir sobre mi cadáver, cortarme los dedos, la oreja, el
ELISA:
LÓPEZ:
ELISA: cuero cabelludo, y hasta romperme la boca con un culatazo para recolectar mis dientes.
S. LÓPEZ: ¡ Estos animales brasileños no tienen piedad! ¡ Junto al Conde D’ Eu nos harán sufrir, pero nosotros no nos daremos por vencidos! ¡ Yo muero con mi patria!
ELISA: Solano querido, ¿ seguro que esto no es una visión sino una pesadilla de lo ocurrido en Piribebuy, cuando el Comandante Pedro Pablo Caballero se enfrentó al Conde D’ Eu?
LOPEZ:( determinado) Yo sé lo que vi. Aun así, cuéntame más sobre esa batalla.
ELISA: ¿ Acaso en tu pesadilla no viste mujeres entre los cadáveres? Porque en aquella batalla del 12 de agosto 1869, hasta las mujeres y niños pelearon con lo poco que les quedaba; con piedras y botellas de vidrio rota.
PANCHITO:( triste) ¿ Supongo que tampoco ganamos esa batalla madre, no? No hijo, lamentablemente no la ganamos, pero esos hombres, mujeres y niños pelearon valientemente hasta el final. Si mal no recuerdo apenas eran 1.600 paraguayos los que formaron parte de nuestro ejército en aquella batalla. Terrible batalla para nuestros hombres, perdimos muchas vidas aquel día ante ese salvaje Conde D’ Eu, que descuartizó al Comandante Caballero y degolló a todos los soldados paraguayos capturados después de la batalla. ¿ No viste trincheras en ese campo ficticio? Porque esta batalla la perdimos cuando los aliados invadieron nuestras trincheras.
S. LÓPEZ: No, nada de trincheras, no pudo haber sido esa batalla de Piribebuy.( Enojado) ¡ Les estoy diciendo que era una visión de una batalla futura! ¿ Por qué no me escuchan?
PANCHITO: Padre, ¿ seguro que no estás hablando sobre la batalla de Acosta Ñu?
S. LÓPEZ: ¡ NO! En mi pesadilla, las tropas paraguayas que luchaban estaban desesperadamente hambrientas y enfermas, no eran necesariamente niños los que peleaban.
Travesía • revista estudiantil 54