Llego al campus, 8:25, saludo a mis amigos y luego nos dirigimos al salón de clases, entramos y esperamos a que nuestra maestra llegue al salón. Uno de mis compañeros desayuna y tira su basura al suelo, y al hacerlo dice: “¿Qué más da?, hay personas para recogerlo ¿no?”.
Son las 3:30 y las clases han terminado, camino hacia la entrada de la biblioteca esperando a que mi madre me recoja, después de un rato llega y me subo al auto. Bajamos por Bulevar Acapulco y en el semáforo hay una señora cargando a un niño en su espalda pidiendo dinero, los rayos calientes del sol caen sobre nosotros. Subimos por el puente hacia Revolución y alcanzo a ver como los cerros están llenos de casas. Humo por todas partes, ya estamos acostumbrados y a veces no lo vemos, pero sigue estando ahí.
Estoy a punto de entrar al campus, y estoy impresionada con toda la contaminación que hay en la ciudad.
Por las mañanas, el tráfico detiene las grandes cantidades de carros que cruzan las avenidas.
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