Diferentes países han apostado por el turismo para sostener su dinámica económica, la mayoría de ellos se han basado en los viejos paradigmas de competencia turística para desarrollar dicha actividad. La globalización contribuye directamente a que exista una mayor competencia entre los destinos turísticos ya que se han acortado en términos de espacio/tiempo y tiempo/costo la relación con otros destinos, demandándoles mejores estrategias de competitividad y desarrollo, o lo que es lo mismo, ofrecer una alternativa distinta “fuera de lo común”. Hoy los turistas pueden acceder fácilmente a los destinos lejanos, por lo que la cartera de elección es mayor y las localidades deben competir más por los turistas.
Valle de Bravo, es un ejemplo de sociedad que ha apostado por el turismo como actividad la base de su economía, pues en los últimos años ha presentado un crecimiento exponencial en este sector. Sin embargo las ventajas comparativas (espacio geográfico, elementos culturales, arquitectónicos, sociales, etc.) que detonaron este desarrollo turístico no se están administrando eficientemente, poniendo en riesgo su ventaja competitiva, y con ello su estabilidad económica. La fuerte presión que reciben los recursos que hacen único a Valle debido a la actividad turística, provoca que se desgasten y el destino pierda competitividad a largo plazo.
En el siguiente documento se presenta una propuesta de rediseño de la política pública “Pueblos Mágicos”, diseñada por la Secretaria de Turismo Federal Mexicana, que tiene como objetivo integrar los criterios de sostenibilidad turística que proponen las tendencias internacionales, basadas en las recomendaciones de la OMT, el Protocolo de Kyoto y el WTCC, que permitan conservar los recursos naturales de Valle de Bravo para generar y mantener una ventaja competitiva sostenible a largo plazo.
Observamos deficiencias en la implementación y diseño del programa, pues no da pie a la conservación de los recursos culturales, naturales, sociales y arquitectónicos de las localidades que atiende. Es la falta de aplicación del principio de sostenibilidad turística lo que coloca a pueblos mágicos como un programa limitado al corto plazo, que no genera nuevo valor turístico y que desgasta el actual, pues induce una demanda turística más alta en las comunidades, sin prever el impacto en los recursos que en primer lugar dieron pie a la atractividad con la que cuentan las mismas.
Para conservar y posteriormente aprovechar, también es necesario aplicar el ideal de “la nueva gobernanza” como la nueva forma de auto-organización y auto-determinación en las comunidades, considerando “la negociación, asociación entre gobiernos, empresas privadas y organizaciones sociales, centros de pensamiento… que pueden ser parte de la comunidad política o que pueden ser externos a ella” (Aguilar, L. 2006). Con esto queremos decir que la participación de las comunidades en las decisiones de cómo conservar sus recursos y cómo explotarlos de nuevas maneras es esencial, pues son los pobladores los que conocen su territorio y son los que al fin deben resultar beneficiados con la actividad turística.
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