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MODELO DE CONSULTA EN MI PRÁCTICA PROFESIONAL A continuación se presenta la experiencia de intervención en el modelo de consulta por el: Psic. Fernando Reyes Baños. Los estudiantes que entran a la universidad, que estudian por años en ella, para luego terminar y entrar al medio laboral están expuestos a presiones de distinta índole, que no se limitan únicamente a su rendimiento escolar, sino que abarcan aspectos que van desde su transición a la educación superior, pasando por su desarrollo físico y sexual, hasta el tipo de actividad laboral que definirá su trayectoria como profesionista (Santrock, 2006). Este trayecto suele ser acompañado por la universidad a través de programas que facilitan su ajuste a la vida universitaria, al mismo tiempo que los involucra en actividades que tienen como propósito fomentar su desarrollo integral y potencializar sus capacidades en diferentes ámbitos; algunos de estos programas buscan además, ayudar a los estudiantes a resolver diferentes tipos de dificultades, ya sean académicas, personales o familiares, dificultades que suelen ser atendidas por tutores o por un orientador. Algunas de las funciones que desempeño en la universidad donde laboro tienen que ver, justamente, con la puesta en práctica de algunos de estos últimos programas, entre los cuales están: orientación vocacional, atención psicológica y asesorías académicas. El objetivo del presente artículo es describir y justificar la aplicación de intervención en el modelo de consulta, razón por la cual se comentan y se citan, las aportaciones teóricas de Bisquerra (2006), ocupándose como guía los siguientes elementos: concepto y definición, aspectos útiles o aplicables a mi vida laboral y justificación de los aspectos elegidos. Modelo de consulta. Relación entre profesionales en la que uno, el consultor, ayuda a otro, el consultante, a resolver un problema con el cliente (individuo, grupo, centro educativo, etc.), estableciéndose una tríada en la que el consultante desempeña el papel de mediador al intervenir directamente con el cliente, mientras que el consultor ayuda al cliente de manera indirecta, controlando y supervisando el proceso de la consulta, con la intención de maximizar la competencia del mediador, para que éste sea capaz de resolver ese, o cualquier otro problema semejante, con el cliente; aplicando esta definición al contexto educativo se tiene que, por lo general, el consultor es el orientador, en tanto que el consultante es el profesor (aunque también puede serlo un tutor o, inclusive, el director de una facultad o centro) y el cliente es el alumno. 15