Desde el mundo, para el mundo.
Aymée Nuviola, al igual que la propia Cuba, encarna esa mezcla mágica. Nacida en una familia de músicos, algunos de sus primeros recuerdos están en el piano, a través de melodías entre las lecciones. Más tarde, cuando recibía su formación clásica en la Academia de Música de Cuba, tenía fascinación con todo tipo de música, desde Debussy hasta el Bossa Nova. En su más reciente producción "La Sonera del Mundo" ha mezclado esas influencias y las ha convertido en creaciones musicales y actuaciones que dejan a los oyentes sedientos de más. La música de Aymée es una isla sin fronteras, abierta, amable e inteligente, dispuesta a compartir su intimidad con el mundo.
5