Joke Bradt, terapeuta musical de la Universidad de Drexel en Filadelfia, tras un estudio concluyó que “la música tiene la capacidad de sacarnos de nosotros mismos, y cantar junto con una buena canción de rock puede ser tan beneficioso como escuchar algo clásico". Los resultados del estudio de Bradt indicaron que los pacientes que recibieron tratamiento bajo un ambiente musical, presentaron mejor estado anímico, menor ansiedad y sentían menos dolor en comparación con los pacientes que no escucharon música; algunos incluso llegaron a mostrar pequeñas mejorías en su respiración, presión arterial y frecuencia cardíaca.
En los últimos 6 años ha aumentado la cantidad de investigaciones que se realizan sobre la influencia de la música en el tratamiento de pacientes con Cáncer. Países
como Estados Unidos y España están a la cabeza de la implementación de la musicoterapia para favorecer la calidad de vida de los pacientes que luchan contra esta
enfermedad.
La pintora americana, Agnes Martin, se expresa de la música como “la más alta forma de arte”; un arte que une a todo el mundo en una sola melodía y un arte que cura los corazones más destrozados y que llena el cuerpo de energía y vitalidad. Como una rama de la ciencia, desde hace años la musicoterapia se ha usado también en el campo de la medicina en pacientes que padecen graves enfermedades como el Cáncer.
La musicoterapia consistente en un tratamiento complementario que utiliza la música de forma controlada por un terapeuta con la finalidad de restaurar y mejorar la salud mental y física del paciente. Científicamente se ha comprobado que la música puede elevar los niveles de endorfinas, las cuales son capaces de reducir la sensación de dolor, disminuir la ansiedad y aumentar la sensación de bienestar.
El poder de la música
sobre el Cáncer
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