Aprendimos que la fundaron obreros del puerto
que se habían quedado sin trabajo en la década del
30. Ellos llegaron a los terrenos vacíos e hicieron
sus propias casas, que eran muy humildes. Antes
se llamó Villa Desocupación y Villa Esperanza.
La década del 70 fue un momento duro para el
barrio. Los militares vinieron con topadoras y
desalojaron a mucha gente. El padre Carlos
Mugica un cura que trabajó mucho por la vida de
sus habitantes logró que se quedaran 46 familias.
Conversamos con Nelly Benítez, una maestra que
trabajó en nuestra escuela y que vive en la Villa
desde hace mucho tiempo. Ella conoció al padre
Mugica y dijo que parecía un ángel y que era muy
amable con los necesitados. También nos contó
que en esa época las personas se despertaban y
veían que habían escrito la D de desalojo en las
puertas de las casas y sentían angustiadas.
Estuvieron mucho tiempo escondiéndose de los
militares, escondían canillas debajo de los
escombros para que ellos no se enteraran de que
allí había agua y por lo tanto podía vivir gente.