Editorial
D
el fenómeno textual —las posibilidades de
lectura que se abren ante cualquier texto—,
devienen visiones de mundo tan pertinentes como
las que nos aportan, por ejemplo, las ciencias y otras
disciplinas o ambientes con los que el ser humano
entra en contacto (directo o indirecto) a lo largo
de su existencia. Dentro de esa compvleja actividad
cultural, subyace un par de procesos que compone
a la semiosis: la creación de signos y la comunicación
de ellos. Digamos que estamos hablando de uno de
los factores primordiales de todo comportamiento
cultural (humano, animal o de otra especie).
Nuestro primer número de Ágora reúne trabajos
de enfoques jurídicos, semióticos, literarios,
antropológicos y lingüísticos. Esperamos que el
espectro disciplinar se abra cada vez más.
supuesta falta de materialidad, es decir, una ausencia
de retribución de objetos prácticos a la sociedad.
La anterior posición demerita, en gran medida, a
las ideas. Ha habido un sinfín de argumentos a favor
de estas últimas. No es nuestra intención construir
una nueva apología idealista. Pensemos, simplemente,
que la materialidad de los objetos que se producen
para hacer más llevadera (o, a partir del discurso de la
Modernidad,“confortable”) la vida tuvo que pasar antes
por largos procedimientos mentales: percepciones,
abstracciones, abducciones, intuiciones, deducciones,
etc. Sin tomar en cuenta las narraciones (diálogos)
Bajo los anteriores lineamientos, hemos propuesto que suscitaron esos procedimientos mentales. Toda
el primer número de Ágora, esto es, como un espacio visión de mundo es ya un paso precedente hacia la
de reflexión y de apertura al diálogo desde el área acción, de tal forma que no creemos en la posibilidad
de las humanidades.
de la irreconciliable dicotomía materia/idea.
Las humanidades, en los últimos tres siglos
Estamos seguros que el diálogo ha permitido y
principalmente, se han visto cuestionadas, al permitirá la emergencia y permanencia de espacios
compararlas con las ciencias “duras”, a causa de una interdisciplinares como éste.
Tree of life mural, Kenny Darlington (2010)
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