ISBN 0124-0854
N º 195 Febrero de 2013
Me volví casi una turista permanente que no deja escenario sin fotografiar, que busca una mirada de lo que ha sido tan cotidiano y común, pero que pasa inadvertido. Tengo esa persistencia por evidenciar de una manera estética, armoniosa y limpia una realidad poco admirada y muy necesaria. Logré darles importancia no solo a las prendas, también a las lavanderas en su oficio, al modo como se extiende la ropa y a quiénes pertenece.
Cada foto nos cuenta una pequeña historia suspendida de las cuerdas, de los ganchos o pinzas para secar, evidencia el número de personas, las edades, los gustos y sus vidas. Como lo dice Susan Sontag,“ la fotografía se transforma en rito de la vida” 1, rito que permite dejar ver un poco del otro para intentar interpretar y aproximarnos a su íntima realidad. Es la ropa ese símbolo que nos representa ante los otros; por medio de ella nos dejamos identificar, nos incomodamos o nos halagamos y nos cubrimos.
Carretera Bucaramanga-Bogotá, Chicamocha, octubre de 2012