del que no se sacan más que informaciones y del archivo prueba que concluye las demostraciones, con el aspecto de acabar de una vez por todas con el material. Así pues, ¿ cómo inventar un lenguaje que se aferre a lo que allí se busca, a través de las huellas infinitas del desafío, de los reveses y de los éxitos? Si las palabras utilizadas no permiten |
escritura de esa historia debe conservar el gusto de lo inacabado, por ejemplo, dejando que vaguen las libertades, después de que fuesen escarnecidas, negándose a concluir nada, evitando cualquier forma suprema de saberes adquiridos. Ciertamente, existe una nueva forma de plegar las palabras según el ritmo de las sorpresas recibidas; frente al archivo, de |
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nunca a los actos que describen repetirse, al |
obligarlas |
a |
acompañar |
a |
la |
vacilación |
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menos |
pueden |
evocar |
lo |
repetible, |
los |
intelectual, con el fin de dejar que, por ejemplo, |
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suplementos de libertad para más tarde, aunque no sea más que enunciando la dignidad y esforzándose por medir la amplitud de las desgarraduras y del dolor. Naturalmente,“ la |
las infamias como los deseos de emancipación se manifiesten por sí mismos, manteniéndolos aptos para anudarse más tarde sobre otros sueños u otras visiones. Seguramente, hay un |
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historia |
aparece |
cuando |
la |
partida |
ha |
medio para producir sacudidas con el único |
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