Agenda Cultural UdeA - Año 2012 DICIEMBRE | Page 17

ISSN 0124-0854
N º 194 Diciembre de 2012 un principio , conducía a una central eléctrica , destruida tiempo atrás . La señora Perry había vivido sola en su cuarto desde la muerte de su marido , ocurrida once años antes ; sin embargo , encontraba pequeños quehaceres para estar ocupada durante todo el día , y en cierto modo seguía siendo tan hacendosa en su soledad como un ama de casa entregada a su familia .
John Drake , una persona igualmente reservada , ocupaba el cuarto debajo del suyo . Era dueño de su camión y trabajaba por su cuenta para compañías madereras , así como repartiendo cántaros de leche para una vaquería .
En todos los años que habían vivido en la casa de la ladera , el señor Drake y la señora Perry solo se habían dirigido saludos de lo más escuetos . Una noche , el señor Drake oyó desde el vestíbulo los sonoros pasos de la señora Perry que , de manera inconsciente , había aprendido a reconocer . Alzó la vista y la vio bajar las escaleras . Llevaba un abrigo marrón que había pertenecido a su difunto esposo y apretaba una bolsa de papel contra el pecho . El señor Drake se ofreció a ayudarla con la bolsa y ella titubeó , indecisa , en el descansillo . — Sólo son patatas — le explicó —, pero se lo agradezco mucho . Voy a asarlas afuera ,
en la parte de atrás . Hace tiempo que tenía intención de hacerlo .
El señor Drake cogió las patatas y , con paso envarado , cruzó la puerta trasera y bajó la cuesta hasta llegar a un pequeño terreno raso que hacía las veces de patio en la parte posterior de la casa . Una vez allí , dejó la bolsa de papel en el suelo . Cerca del porche salía humo de un incinerador de basura grande y nuevo , y en el centro del patio había una pocilga con techo y una valla de ladrillos claros construida por el tío de la señora Perry .
La señora Perry siguió al señor Drake , le dio las gracias y empezó a recoger ramitas con movimientos rápidos entre la linde de los árboles y la pocilga , cerca de la cual iba a preparar la fogata . El señor Drake , sin decir una palabra , la ayudó a recoger leña , de modo que cuando el fuego estuvo dispuesto , la señora Perry lo invitó lógicamente a que se quedara con ella a compartir las patatas . El aceptó , y se sentaron delante del fuego en una caja puesta del revés .
El señor Drake mantenía la cara retirada de las llamas y vuelta en dirección a los árboles , con la esperanza de ocultar en lo posible sus mejillas encendidas a la señora Perry . Era una persona muy tímida , y aunque su piel siempre estaba colorada por naturaleza , cuando se