ISBN 0124-0854
N º 181 Octubre de 2011 la demanda de una sociedad consumista insaciable , apoyada en una inventiva humana sin precedentes en la historia de la cultura , ayudada , además , por nuestro apetito voraz por lo nuevo , pues lo repetido nos cansa muy pronto .
Se conjetura que en la mente humana existe un generador de azar , una rutina cognitiva encargada de la génesis de nuevas ideas . En algunos animales se ha observado su presencia , lo que demuestra que no es una característica exclusiva de la especie humana . Lo observado es que nuestro cerebro , ante un problema nuevo , pone en acción su generador de azar y ensaya soluciones de manera subconsciente , busca novedades y , a veces , descubre ideas interesantes . La experiencia común es que , de improviso , salta a la mente una solución y nos queda la sensación de que lo ocurrido fue solo un golpe de suerte . El generador de azar se encarga de tomar aparte las viejas ideas y yuxtaponer sus elementos de maneras no ensayadas antes . Es una efectiva forma de crear a partir de lo ya creado . Se trata de un proceso imprevisible y , quizás , un poco caótico .
Una vez aparece un dispositivo , y como todo contiene imperfecciones , el uso las va desnudando . Es fácil , entonces , que a alguien se le ocurra una manera de mejorar el producto , y así logra un pequeño paso evolutivo . Las mejoras se someten a prueba
y se descartan las fallidas . Se asciende por medio de pasos menudos . A esto se lo llama acumulación de diseño , que en el fondo no es más que una acumulación de información . También se crean novedades por medio de la simbiosis ; esto es , se combinan objetos diferentes para dar lugar a uno nuevo , con nuevas propiedades y más complejo . Se crea complejidad tejiendo simplicidades . A veces , una vez inventado un dispositivo para un fin , surgen funciones nuevas , que dan lugar a variaciones para desempeñar esas nuevas funciones particulares . Acumulación de funciones , se lo llama .
Una manera muy fértil de lograr novedades es recurrir a las analogías , especie de plagio creativo . Al observar un objeto o una idea , de improviso brotan conexiones inesperadas que nos conducen a un ente nuevo , a veces inexistente , o existente solo en el recinto de la fantasía . El escritor Arthur Koestler llamó a esto biasociación . Se descubre un puente virtual para transferir ideas de un dominio a otro , especie de