Agenda Cultural UdeA - Año 2011 JULIO | Page 16

ISBN 0124-0854
N º 178 Julio de 2011
Ya desde 1920; es decir, desde antes de la revolución, la estrategia de los líderes del Partido Comunista de China( PCCh) siempre estuvo acompañada de esfuerzos por ganar simpatías entre los extranjeros, lazos de amistad que utilizó Mao para fortalecer y mantener sus intereses locales y revolucionarios. Estas relaciones de amistad con miembros de la sociedad civil de otras naciones han sido históricamente uno de los modelos que China ha desplegado para abrir y ampliar su influencia internacional. Mao Zedong no perdió la esperanza de concretar iniciativas con los países más industrializados de la época; él y sus camaradas trabajaron activamente desde 1936 hasta 1945 para cultivar relaciones de amistad con los visitantes extranjeros, con los miembros de la sociedad civil, entre ellos periodistas americanos e ingleses. Algunos de estos acercamientos con los intelectuales se concretaron, por ejemplo, con el periodista americano Edgar Snow, quien escribió el famoso libro Red Star Over China( 1937); con el líder de la unión sindical y miembro del partido comunista de los Estados Unidos, William Zebulon Foster; con el corresponsal británico de la revista The Times que entrevistó a Mao, James Munro Bertram, quien además escribió Crisis in China( 1937) y North China Front( 1939).
Con posterioridad a su fundación en 1949, la política exterior de la República Popular
China estaba encaminada a lograr el reconocimiento diplomático de la República y a insertarla rápidamente en el campo internacional, expandiendo, junto a países del llamado tercer mundo, la práctica revolucionaria campesino-maoísta, con el fin de constituirse en un contrapoder frente a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas— URSS— y a los Estados Unidos. En esta época de gran soledad y aislamiento para China, la característica de la diplomacia con sus vecinos se caracterizaba por las relaciones de simpatía y comunidad de intereses con líderes independentistas de los países del sudeste asiático, sumadas a los sentimientos de solidaridad con los movimientos anticoloniales de los años cincuenta y sesenta de los países del tercer mundo. Las acciones de la DP china con América Latina, en este periodo, se promovían mediante diferentes vías: el intercambio de delegaciones, la organización de seminarios y conferencias sobre los asuntos de interés común, la participación en congresos y ceremonias de cada partido y, en ocasiones, la invitación a líderes políticos a visitar a China. Adicionalmente, China envió delegaciones culturales, artísticas y miembros del PCCh de gira por Latinoamérica; se difundieron publicaciones editadas en español, tales como libros, revistas y otros, con lo que se pretendía conquistar empatía y afinidad para el diálogo abierto entre el pueblo chino y las demás naciones. Ejemplo de ello son Pekín informa, China reconstruye, China: revista ilustrada,