ISBN 0124-0854
N º 162 Febrero 2010
Crónicas y casos del narcotráfico. Dos novelas de José Libardo Porras
Juan Carlos Orrego Arismendi
L as drogas se dejaron sentir en la literatura colombiana hace más de un siglo con las alusiones que, en sus páginas, algunos modernistas díscolos hicieron a sus experiencias con el hachís y otras sustancias clandestinas. Particularmente, el contemporáneo asunto del tráfico de drogas ha tenido su explosión novelística en las dos décadas más recientes, y pueden citarse, al acaso, títulos y nombres como La virgen de los sicarios( 1994) de Fernando Vallejo, Cartas cruzadas( 1995) de Darío Jaramillo Agudelo, Rosario Tijeras( 1999) de Jorge Franco Ramos, Plutón( 2000) de Evelio José Rosero, Hijos de la nieve( 2000) y Happy Birthday, Capo( 2008) de José Libardo Porras, Comandante Paraíso( 2002) de Gustavo Álvarez Gardeazábal y Delirio( 2004) de Laura Restrepo para comprobar que en el subgénero han tomado parte escritores de indiscutible
prestigio. Sin embargo, a las novelas de José Libardo Porras corresponde una significación especial en medio de tan altisonante conjunto.
José Libardo Porras Vallejo nació en Támesis en 1959 y, tras debutar como escritor con Es tarde en San Bernardo( 1984), publicó su primera novela en 2000. Hijos de la nieve narra la historia de Carlos Alberto González— Capeto—, un joven medellinense que, ante la precariedad de su vida de empacador de pasas, acaba mercadeando base de coca. Vendrá entonces, para él y su familia, un destino de súbito enriquecimiento, desajuste idiosincrásico, inéditos temores, corrupción y tragedia. Cuando la historia agoniza, Capeto ha sido confinado en la cárcel, su hermana es la viuda de un traficante y— entre otros dramas— la madre ha muerto a causa de su imparable derrumbe moral. Se