Agenda Cultural UdeA - Año 2009 SEPTIEMBRE | Page 11

ISBN 0124-0854
N º 158 Septiembre de 2009
su vertiente artística) es en realidad un teatro del relato( Dubatti, 2003b y 2005a). Borges propone en“ La busca de Averroes” que la forma más concentrada de teatralidad puede hallarse en“ un hablista”; es decir, el poeta o el narrador orales en convivio:
Decía Abulcásim:
— Una tarde, los mercaderes musulmanes de Sin Kalán me condujeron a una casa de madera pintada, en la que vivían muchas personas. No se puede contar cómo era esa casa, que más bien era un solo cuarto, con filas de alacenas o de balcones, unas encima de otras. En esas cavidades había gente que comía y bebía; y asimismo en el suelo, y asimismo en una terraza. Las personas de esa terraza tocaban el tambor y el laúd, salvo unas quince o veinte( con máscaras de color carmesí) que rezaban, cantaban y dialogaban. Padecían prisiones, y nadie veía la cárcel; cabalgaban, pero no se percibía el caballo; combatían, pero las espadas eran de caña; morían y después estaban de pie.
— Los actos de los locos— dijo Farach— exceden las previsiones del hombre cuerdo.
— No estaban locos— tuvo que explicar Abulcásim—. Estaban figurando, me dijo un mercader, una historia.
Nadie comprendió, nadie pareció querer comprender. Abulcásim, confuso, pasó de la escuchada narración a las desairadas razones. Dijo, ayudándose con las manos:
— Imaginemos que alguien muestra una historia en vez de referirla. Sea esa historia la de los durmientes de Éfeso. Los vemos retirarse a la caverna, los vemos orar y dormir, los vemos dormir con los ojos abiertos, los vemos crecer mientras duermen, los vemos despertar a la vuelta de trescientos nueve años, los vemos entregar al vendedor una antigua moneda, los vemos despertar en el paraíso, los vemos despertar con el perro. Algo así nos mostraron aquella tarde las personas de la terraza.
— ¿ Hablaban esas personas?— interrogó Farach—.
— Por supuesto que hablaban – dijo Abulcásim—, convertido en apologista de una función que
apenas recordaba y que lo había fastidiado bastante—. ¡ Hablaban y cantaban y peroraban!