N º 153 Abril de 2009
ISBN 0124-0854
N º 153 Abril de 2009
Perecedero
Viven muy poco los biodegradables al paladar agradables sin embargo y hasta se cansan los metales gime el hierro sus aristas y sus puntas se desgastan como huesos
Los gigantes se secan en los bosques allí donde nacieron no pueden trasladarse los atan al suelo sus raíces y sus ramajes donde se oculta la luna en sus nocturnas aventuras quedan en chamizas desnudos de sus hijas y sus frutos y sus flores.
Se gasta la roca es perforada por la gota o gastada por el empuje de la ola o desamparada de tierra de líquenes y musgo por la lluvia hasta quedar en su esqueleto
Y del hombre, nube qué me dices tú que le das la vuelta al mundo, y pares agua y a tu país regresan los vapores y te visten de gases y de transparencias y de opacidades y de vanas galas
El hombre nació para morir y también Eva pero ha de quemar y competir en rapidez y en fuego como mi rayo
El mundo entero es ya su tierra pero su única herencia es sólo un hueco