ISBN 0124-0854
N º 144 Junio 2008
posesión del doctor Carlos Lleras Restrepo, penúltimo presidente del Frente Nacional, quien iniciaba ese día un convulsionado cuatrienio cuyo final estuvo marcado por los fogosos sucesos del 19 de abril de 1970, con la denuncia del fraude electoral por parte de la ANAPO y la imagen del mandatario mirando su reloj y mandando a la cama a todo un país.
Mi padre, también calvo y bajito, celebró como suyo ese gesto dominante, tan parecido al que diariamente esgrimía en el pequeño feudo donde toda la subversión se reducía a
Protector, De Gaulle y Estados Unidos le apostaba a un Nixon que habría de sumergir al país en el infierno vietnamita. Pero, de todos modos, nada volvería a ser igual después de la sonrisa indefensamente desafiante de Danny el Rojo frente al desconcertado policía francés y de los punzantes grafitis, que el mismísimo Julio Cortázar anotaba en su libreta, atravesando la rue Jacob y diciéndole a su paisano Tomás Eloy Martínez:“ El futuro está al alcance de la mano. Por fin empezamos a vivir en un estado de revolución permanente”.
Álvaro Barrios. Sin título. Tinta y acuarela sobre papel. 28x55cm. 2006 más bien esa revolución permanente lo que mis esporádicas ironías y a la férrea negativa mejor nombra los efectos de ese momento del de mi mamá a ir a misa. siglo para mí. De la mano de Cortázar, claro, pues a comienzos de 1975 abordaría Bestiario
En el mundo, la confrontación entre el poder y Final del juego y luego todo lo suyo que se y las ansias libertarias tuvo entonces más de me atravesara, minando así de una vez y para simbólico que de real. Como si nada hubiera siempre cualquier posibilidad de pertenecer a cambiado, pasado mayo, Francia entera se la grey de los cómodos perpetuadores del arrojaba a las urnas para reelegir al Padre establishment. Sobre todo el interior. En las
Es