Agenda Cultural UdeA - Año 2008 ABRIL | Page 15

ISBN 0124-0854
N º 142 Abril 2008 en el que cada palabra es también palindroma; o el palindroma ad infinitum:
O sale el as o... el as sale... o sale el as... o;
o, por fin, el palindroma político, en el que alguien pregunta:“¿ Qué es la OIT( Organización Internacional del Trabajo)?”, y se le responde:
Tío Sam más OlT
para rematar con algo que ya no le creíamos porque somos naturalmente desmemoriados y eso de Evemón se nos hacía sospechoso:
¿ No me ve, o es ido Odiseo. Evemón?
y nos tenía que explicar que Evemón no era otro que Tésalo( ah, así sí), padre de Eurípilo( claro), como fácilmente se podía ver en Ilíada II, 736; V, 79; VII, 167; VIII, 265; y XI, 575.
Ahora yo tengo que confesar que jamás pude ni he podido posteriormente hacer o encontrar un solo palindroma que vaya más allá de los ya dados por la madre naturaleza: oro, ara, ama, eme, etcétera, excepto uno que me costó horas de esfuerzo pero tan escatológico, para vergüenza mía, que me apresuro a ponerlo aquí: ¡ Acá, caca! Sospecho que Mejía Sánchez tampoco, pues finalmente, cuando
empezamos, por incapacidad manifiesta, a buscar un nuevo género, o sea los falsos palindromas( ejemplo: Don Odón, que suena pero no es), salió con uno falsísimo pero que a todos en un momento dado nos pareció auténtico, pues en esos días se hablaba del Premio Nobel para Alfonso Reyes:
Alfonso no ve el Nobel famoso,
que no se lee de atrás para adelante ni de broma; en tanto que Illescas, algo cansado de su facilidad, aceptaba con entusiasmo mi modesta proposición de estructurar una larga frase en español que, leída de derecha a izquierda, dijera lo mismo, pero en inglés, o en el idioma que en ese momento le pareciera mejor, o más difícil.
Augusto Monterroso( Guatemala 1921-México 2003).“ Onís es asesino” fue extractado de
Tríptico, México, Fondo de Cultura Económica, 1996, pp. 73-77. Monterroso, el inigualable maestro del juego literario no podía faltar en estas páginas dedicadas a los divertimentos con las palabras. Célebre tanto por sus minicuentos(“ Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”), como por su hábil manejo de esa máscara que es el humor(“ El humor y la timidez generalmente se dan juntos. Tú no eres una excepción. El humor es una máscara y la timidez otra. No dejes que te quiten las dos al mismo tiempo”), dedicó muchas de sus páginas a las fábulas, los aforismos(“ Los enanos tienen una especie de sexto sentido que les permite reconocerse a primera vista”) y los palindromas aquí recogidos.