Agenda Cultural UdeA - Año 2005 MARZO | Page 10

ISBN 0124-0854
N º 108 Marzo 2005
� Comienza el siglo con la llamada silueta S, por el corsé que empujaba el busto hacia arriba, estrechaba la cintura y la falda ajustada a las caderas se ensanchaba en forma de campana al llegar al suelo. Surgen los trajes sastre y el corte con influencia masculina para mujeres que empiezan a incorporarse al mundo laboral. Las vestidos son largos cubren los zapatos-, las plumas y el encaje hacen furor; se destacan los grandes sombreros con infinidad de adornos y ornarnentos, La moda prácticamente sólo era seguida por las clases altas inglesas y francesas.
� Por la noche era imprescindible recurrir a la seda, las puntillas, la muselina, el tul, el chiffón, el satén y el crespón de China. Los trajes presentaban ricos adornos y generosos escotes. Las joyas de moda eran las perlas. LA sombrilla, hoy
un detalle coqueta, era la única posibilidad de mantener una tez blanca y evitar un moreno propio de campesinos, lo que en las altas esferas se consideraba extremadamente vulgar. � Las mujeres que aspiraban a encontrar un marido debían tener un aspecto natural y una actitud inofensiva, por lo que quedaba desterrado cualquier truco de belleza artificial. como el maquillaje o el tinte. Al menos oficialmente. � Triunfan: Worth, Paul Poiret, Mariano Fortuny, Jacques Doucet, Jeanne LAnvin, Jeanne Paquin.

1910

� Silueta más recta, sin marcar tanto la cintura, que se eleva. Gana presencia el talle imperio, que parece añorar el pasado napoleónico. Surge un gusta por lo oriental y se adapta la