Agenda Cultural UdeA - Año 2003 JUNIO | Page 2

ISBN 0124-0854

N º 89 Junio 2003 editorial

De los sombreros puntudos y de las escobas voladoras usados por mujeres con verrugas en la nariz y con uñas larguísimas sólo quedan las caricaturas. Lo que sí ha persistido por siglos es la tradición, el rito, la magia. La brujería, perseguida por unos, condenada por muchos y ejercida por otros, es una práctica tan antigua como el hombre. Quizás por eso existen tantas posiciones con respecto a lo que es, lo que busca y las actividades que promueve. Quienes la defienden argumentan que se trata de una religión muy antigua, que busca el equilibrio, conocida como Wicca.
Según ellos, jamás existirá un brujo o bruja malo, que actúe para atacar o dañar a alguien. En el lado opuesto, quienes son detractores hablan de ella como sinónimo de satanismo y herejía, de un pacto hecho con el diablo para obtener poder, riqueza y superioridad.
Hay quienes asocian brujería con conjuros, y otros con las artes de la adivinación. También existen los que la asumen como una profesión que es seguida una generación tras otra.
Tal vez lo cierto sea que la brujería ha tenido un poco de todo esto. Y un encanto muy grande, que la ha llevado a sobrevivir y a mantenerse fuerte.
Tiempo atrás, las brujas fueron perseguidas, quemadas, torturadas o ahorcadas por su " credo " y sus prácticas. Códigos y legislaciones prohibían y condenaban la brujería, a tal punto que muchas tuvieron que huir y esconderse. No sólo las autoridades las buscaban, también el pueblo se unió a esta cacería para dar muerte de las brujas. A pesar de esto, con sus saberes antiguos y pociones mágicas, muchas han sobrevivido en una tradición oral que se mantiene.
La brujería es vista por muchos como algo inexistente o como una suerte de culto que los esotéricos inventaron. Pero la realidad es otra. Sus raíces son muy profundas, tanto que están entrelazadas con aspectos culturales de diferentes civilizaciones. Desde tiempos prehistóricos hasta hoy, la brujería ha resaltado ritos, lazos, relaciones, creencias y objetos que conforman una expresión cultural muy fuerte.
Las brujas se han convertido en arte: han sido llevadas al cine con películas como Las brujas de Salem y El proyedo de la bruja de Blair, a la literatura con La nave de los locos de Pedro Gómez