ISBN 0124-0854
N º 78 Mayo de 2002 insignificantes, conducirá a una acumulación de gran poder y, por tanto, de gran peligro. ¿ Qué fue diferente en el siglo ' XX? Ciertamente, las tecnologías en las que se apoyan las armas de destrucción masiva- nucleares, biológicas y químicas- constituían y constituyen una enorme y poderosa amenaza. Pero la construcción de armas nucleares requería, por lo menos durante un período, el acceso a materias primas escasas y a información sumamente protegida. Las tecnologías del siglo ' XXI, sin embargo, estarán al alcance de los individuos. No requerirán de grandes laboratorios ni de materiales raros. Bastará con conocerías para permitirse su uso. Así, tenemos la posibilidad no sólo de armas de destrucción masiva, sino de destrucción masiva permitida con sólo el conocimiento de la tecnología, que estará muy amplificada por el poder de auto-replicación. Siempre es difícil ver el impacto mayor de la tecnología desde el vórtice del cambio, pero no entender las consecuencias de nuestras invenciones, mientras estamos cautivos por el rapto del descubrimiento y la innovación, parece ser una falla común de científicos y tecnólogos.
Nos hemos dejado guiar por mucho tiempo por un deseo apremiante de saber: ésa es la naturaleza de la búsqueda científica y no se detiene a pensar que el progreso a nuevas y más poderosas tecnologías puede poner en juego la vida misma. Debido al cada vez más rápido y radical avance en los campos de la electrónica molecular y las tecnologías relacionadas con la nanoescala, alrededor del año 2030 probablemente seremos capaces de construir máquinas un millón de veces más poderosas que las computadoras personales de hoy. Cuando este enorme poder de la informática se combine con los adelantos en manipulación de las ciencias físicas, y una nueva y profunda comprensión de la genética, un monumental poder transformador se estará liberando. Esta combinación abrirá la oportunidad de rediseñar el mundo completamente, para mejor o para peor. Los procesos replicativos y de evolución, que hasta ahora han estado confinados al mundo natural, dependerán entonces del deseo humano.
¿ Dado el increíble poder de estas nuevas tecnologías, no deberíamos proceder con gran cautela?