Agenda Cultural UdeA - Año 2001 NOVIEMBRE | Page 17

ISBN 0124-0854
N º 73 Noviembre de 2001
BALANCE DE LOS ESTUDIOS SOBRE VIOLENCIA EN ANTIOQUIA
Grupo Interdisciplinario de Investigaciones sobre Violencia Instituto de Estudios Regionales-INER- Universidad de Antioquia
Pablo Emilio Angarita Cañas – Editor Académico-
“... lo que resalta de este balance es que, pese a todas las dificultades, en Antioquia no habría cansancio con el tema o que éste ya no convocase el interés de los investigadores como parece ocurrir en otras partes del país; por el contrario, lo que se consigna en el texto, es que las preguntas sobre el sentido, la significación y la manifestación de la violencia en distintos campos de la vida social, siguen siendo referentes de interés para grupos y personas de muy distintas disciplinas y que pese a la intensificación del fenómeno y la aparente vacuidad de las interpretaciones para mitigarlo, se continúa trabajando y se mantiene el interés por el tema.
... el documento devela, quizá sin que sus autores se lo propusiese, un balance sobre las condiciones institucionales, científicas y académicas en las cuales se produce la investigación sobre violencia en Antioquia
y sobre la formación académica de los estudiantes que bien podría hacerse extensivo a otras temáticas, por lo menos en el campo de las ciencias sociales y humanas.
Este excelente balance deja mojones bien puestos sobre lo que, a juicio del grupo, habría que hacer hacia el futuro en el campo de los estudios sobre violencia en Antioquia: fortalecer las investigaciones, tanto en sus
dimensiones teóricas como metodológicas; propender por el trabajo interdisciplinario y por la formación de grupos de investigación; propiciar diálogo y debate entre los interesados en el tema; compartir resultados y enfoques y acceder a la producción internacional sobre el tema.
Si la( s) violencia( s) no son solo eventos y acontecimientos sino también discursos que la justifican, la explican y la presentan como necesaria, inevitable o mitigable, podría ser útil estudiar los discursos sobre la violencia, los de los actores armados, sociales y políticos pero también los de los intelectuales, pues las palabras no son inocuas y pueden contribuir a formar hostilidades a configurar campos propicios a la continuidad e intensidad de las guerras y las violencias”.