Agenda Cultural UdeA - Año 2001 MAYO | Página 21

ISBN 0124-0854
N º 67 Mayo de 2001
UN HOMBRE ESTÁ MIRANDO A UNA MUJER …
Un hombre está mirando a una mujer, está mirándola inmediatamente, con su mal de tierra suntuosa y la mira a dos manos y la tumba a dos pechos y la mueve a dos hombres.
Pregúntame, entonces, oprimiéndome la enorme, blanca, acérrima costilla: Y este hombre ¿ no tuvo a un niño por creciente padre? ¿ Y esta mujer, a un niño por constructor de su evidente sexo?
Puesto que un niño veo ahora, niño ciempiés, apasionado, enérgico; veo que no le ven sonarse entre los dos, colear, vestirse; puesto que los acepto, a ella en condición aumentativa, a él en la flexión del heno rubio.
Y exclamo entonces, sin cesar ni uno de vivir, sin volver ni uno a temblar en la justa que venero: ¡ Felicidad seguida tardíamente del Padre, del Hijo y de la Madre! ¡ Instante redondo, familiar, que ya nadie siente ni ama! ¡ De qué deslumbramiento áfono, tinto, se ejecuta el cantar de los cantares! ¡ De qué tronco, el florido carpintero! ¡ De qué perfecta axila, el frágil remo! ¡ De qué asco, ambos cascos delanteros!

POEMAS César Vallejo

NÓMINA DE HUESOS Se pedía a grandes voces:
- Que muestre las dos manos a la vez. Y esto no fue posible.
- Que, mientras llora, le tomen la medida de sus pasos. Y esto no fue posible.
- Que piense un pensamiento idéntico, en el tiempo en que un cero permanece inútil. Y esto no fue posible.
- Que haga una locura. Y esto no fue posible.
- Que entre él y otro hombre semejante a él, se interponga una muchedumbre de hombres como él. Y esto no fue posible.
- Que le comparen consigo mismo. Y esto no fue posible.
- Que le llamen, en fin, por su nombre. Y esto no fue posible.
DIOS
Siento a Dios que camina tan en mí, con la tarde y con el mar. Con él nos vamos juntos. Anochece. Con él anochecemos. Orfandad …
Pero yo siento a Dios. Y hasta parece que él me dicta no sé qué buen color. Como un hospitalario, es bueno y triste; mustia un dulce desdén de enamorado: debe dolerle mucho el corazón. Oh, Dios mío, recién a ti me llego, hoy que amo tanto en esta tarde; hoy que en la falsa balanza de unos senos, mido y lloro una frágil Creación.
Y tú, cuál llorarás … tú, enamorado de tanto enorme seno girador … Yo te consagro Dios, porque amas tanto; porque jamás sonríes; porque siempre debe dolerte mucho el corazón.
A MI HERMANO MIGUEL In memoriam
Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa, donde nos haces una falta sin fondo! Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá nos acariciaba: « Pero, hijos …»
Ahora yo me escondo; como antes, todas estas oraciones vespertinas, y espero que tú no des conmigo. Por la sala, el zaguán, los corredores. Después, te ocultas tú, y yo no doy contigo. Me acuerdo que nos hacíamos llorar, hermano, en aquel juego.
Miguel, tú te escondiste una noche de agosto, al alborear; pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste.
Y tu gemelo corazón de esas tardes extintas se ha