ISBN 0124-0854
N º 46 Junio de 1999 ninguna dificultad por los investigadores, principales defensores de la conservación y preservación del Patrimonio Documental.
Debido a que en el presente año la Colección Antioquia cumple diez años de su conformación, es bueno recordar parte de su historia y antecedentes:
En 1970 se creó en la Biblioteca Central una Sala de Autores Antioqueños que reunía material bibliográfico escrito por antioqueños y sobre Antioquia, gracias a la iniciativa de la empresa privada, quien donó a la Universidad la biblioteca“ Gran Antioquia”, propiedad de J. Rafael Muñoz.
En 1978 se reintegró la Sala a las diferentes colecciones de la biblioteca, ya que la mayoría de material consistía en textos de autores antioqueños, necesarios para complementar los programas académicos.
Ante el incremento de la investigación acerca de temas regionales, y la necesidad de información especializada, en 1989 surgió el deseo de un servicio que subsanara los errores del pasado con una selección mayor en su colección. Así, se constituyó la que es hoy Colección Antioquia con un perfil y unas políticas diferentes a la anterior Sala de Autores Antioqueños. Algunas de sus ventajas son: concentrar y hacer más accesible la información regional; facilitar la labor del investigador; especializar la información; promover la especialización de los estudios regionales; llenar un vacío acerca de temas regionales, tanto del presente como del pasado; propiciar el conocimiento entre los investigadores; salvaguardar y encontrar siempre material disponible, dado su carácter de consulta interna.
Los investigadores son quienes garantizan la permanencia del Patrimonio Documental. Intensificar el uso y la consulta de las fuentes bibliográficas garantiza la pervivencia y salvaguarda, impidiendo que se continúe destruyendo, bajo el estigma de que no tienen valor ni atractivo físico alguno.
Rosa Elena Peláez González, coordinadora Colecciones Patrimoniales de la Biblioteca Central.