Agenda Cultural UdeA - Año 1999 FEBRERO | Page 10

ISBN 0124-0854
N º 42 Febrero de 1999 de arte, que no pocas comicidades produjeron acerca de su luego reconocida novela:“... Para mí, una obra de ficción sólo existe en la medida en que me proporciona lo que llamaré ' lisa y llanamente placer estético, es decir, la sensación de que es algo, en algún lugar, relacionado con otros estados de ser en el arte( curiosidad, ternura, bondad, éxtasis) es la norma. Todo lo demás es hojarasca temática o lo que algunos llaman la literatura de ideas, que a menudo no es sino hojarasca temática solidificada en inmensos bloques de yeso cuidadosamente transmitidos de época en época, hasta que al fin aparece alguien con un martillo y hace una buena rajadura a Balzac, a Gorki, a Mann”.
En esa suerte de itinerarios de la novela, entonces, donde hoy presenciamos verdaderos martillazos al narrador omnisciente( esa deidad), encontramos el ensayo, la poesía, el periodismo, la crónica de viajes, insuflándole nuevos bríos a ese género proteico.
“ Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong”, es la primera frase del apasionante libro Lejos de África 2, de Isak Dinesen, seudónimo de la baronesa Karen Blixen( Dinamarca 1885- 1962), que sugiere; de entrada, un relato autobiográfico. Es, una gran novela y es también un inmenso reportaje al África, a instancias de su vida como granjera en Kenya durante diecisiete años. Un hermoso libro donde se entremezclan tanto la narración directa y detallada, como la
reflexión, el diálogo, la sorprendente personalidad de quienes le rodean, provisto todo de un lenguaje que, de no sonar trillado, llamaría hermosamente poético. Es un testimonio y es una noticia de África de los comienzos del presente siglo. Periodismo lleno de atmósferas del arte literario.
En otra idea del texto citado de Nabokov:“ realidad, palabra que no significa nada sin comillas”, está el fermento, creo, de aquello que ha hecho de las realidades periodísticas( usualmente buenas sólo para estar informados y aterrorizarse casi siempre) un lenguaje cómplice de la ficción. Ante todo, claro está, porque la realidad a menudo ficciona de manera más eficaz que mucha mala literatura.
En nuestro país Luis Tejada, Tomás Carrasquilla, Germán Arciniegas, Gabriel García Márquez, Héctor Rojas Herazo, Arturo Alape, Germán Castro Caicedo, Juan José Hoyos, Germán Santamaría, entre los más conocidos, han evidenciado una profunda influencia literaria en muchos de sus