ISBN 0124-0854
N º 52 Diciembre de 1999
Alexander Von Humboldt
Vida y obra
Por Fernando Valencia Vélez
En 1799, a mediados de mayo, el investigador alemán Alexander Von Humboldt se embarcó en la corbeta“ Pizarro”, rumbo al continente americano. Su misión era descubrir y conocer los recursos naturales, pero no aquellos que daban el poder y la riqueza material, sino aquellos que engrandecían el espíritu e interesaban a un investigador, aquellos que permitían dar cuenta de otros lugares, fuera del Viejo Continente, interesantes para el conocimiento de la humanidad, sitios que podían resolver muchos misterios para la ciencia.
Es así como al amanecer del 16 de julio de 1799, dos meses después de iniciado su viaje, llega a la costa de Cumaná en Venezuela, y comienza un recorrido durante cinco años, en el cual logra grandes descubrimientos, luego publicados en el libro Viajes a las regiones equinocciales del nuevo continente. En él describiría la geografía cambiante y diversa del continente, contrastada por bosques, selvas, extensos valles, grandes llanuras y empinadas montañas, centrándose en la fauna, la flora, los paisajes y las culturas propias
de cada región.
Humboldt, como investigador científico, se destacó por sus estudios en el campo de la cosmografía, la biología, la botánica, la zoología, la geología, la economía y el humanismo, y sobresalió por su sensibilidad humana y social, así como por ser un gran pintor de la naturaleza, un gran observador de los fenómenos naturales y un gran intelectual.
En América, Humboldt se puso en contacto con investigadores y expediciones científicas para intercambiar experiencias, lo que contribuyó a enriquecer el conocimiento sobre el Nuevo Mundo. Estando allí comprendió las grandes diferencias entre América y Europa, y evitó señalar al viejo mundo como modelo para resolver los problemas americanos, reconoció el valor cultural de los nativos y planteó un futuro, a partir de los recursos propios, para una sociedad justa y libre, basada en la perspectiva del continente.
Su viaje finalizó en agosto de 1804, y dejó un legado de conocimiento del Nuevo Mundo al resto de la humanidad. Por eso, el Museo