ISBN 0124-0854
N º 196 Marzo de 2013
Presentación
Para comenzar la presentación de esta Agenda, echaré mano de la última idea que leí momentos antes de empezar a escribir: un cadáver es más interesante que la muerte,“ porque un cadáver es un hecho y la muerte sólo es una palabra ". Quien plantea la idea y quien escribe esa última frase es un crítico literario español cuyo nombre poco importa en este momento. Importa su frase y que hablaba de poesía, de un poeta, el danés Henrik Nordbrandt. ¿ Y por qué en este instante, se preguntarán ustedes, solo importan su frase y sus ideas, y no su identidad? Porque esta es una Agenda sobre las mentiras verdaderas, sobre lo que parece y no es, sobre las verdades establecidas, sobre la ciencia imaginada y la imaginación verdadera pero improbable. Sobre imposturas y escépticos. ¿ Por qué importa el tema, el asunto de su crítica? Porque la poesía es Pregunta en mayúscula, un motor para indagar por el mundo y la vida. Y, finalmente, ¿ por qué importan la idea y las palabras del crítico? Porque de esos asuntos se lee en estas páginas: de hechos, de pruebas, de fantasías, de realidades. El cadáver es una realidad, como él lo dice, y la muerte es imaginación, una simple palabra, letras para nombrar lo que no tiene palabra: el cuerpo frío donde la vida no volverá a ondear con sus fantasmas y sueños. Pero, como la Agenda también trata el asunto del juego de las certezas y las mentiras, todo es relativo. Es relativo, por ejemplo, que uno de los autores de los textos que aquí se leen, según sé, sugiera que leer literatura no sirve para nada. Recomienda leer ciencia, ensayos y textos científicos. ¡ Qué bien! Pero es muy relativa su opinión sobre la utilidad de la literatura, sobre lo imaginado por otros. Y no he hallado un mejor ejemplo sobre lo relativo que uno que me narró con gran emoción, como un chiste mayúsculo, un amigo científico hace algunos años. Según él, Einstein dijo lo siguiente sobre la relatividad del tiempo( no pongo comillas porque no estoy seguro, como nada es seguro en esta Agenda): no es lo mismo un minuto con Marilyn Monroe que un minuto sentado en un hormiguero. Siguiendo con otra actriz, Jean Moreau dijo en una entrevista que“ es igual de tonto decir que no hay vida después de la muerte o que sí la hay”. Yo, que he creído que no la hay, no he dejado de pensar en esta respuesta durante años. Muy cierto. ¿ Quién tiene la razón? No hay pruebas para creer