ISBN 0124-0854
N º 183 Diciembre de 2011
Presentación
Un buen cuento es una pequeña joya
literaria. Su elaboración requiere concisión, inteligencia narrativa, uso preciso y depurado del lenguaje, belleza. Esta última radica, normalmente, en el juego armonioso de las anteriores, no precisamente en una forma deslumbrante. El cuento es altamente exigente porque en él no se admiten desperdicios, inconexiones o ideas a medias. Truman Capote( Estados Unidos) dice que debe tener la redondez de una naranja, lo cual no indica que no pueda tener un final abierto. Se pueden mencionar maestros del cuento como Antón Chejov, Guy de Maupassant, Juan Rulfo, Augusto
Jonathan Carvajal, Plancha – cha-cha, lápiz de color y rapidógrafo de color.
Monterroso, John Cheever, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Ernest Hemingway, Julio Ramón Ribeyro o Raymond Carver, para hablar de unos pocos en un universo de autores bastante amplio. Todos han cultivado el cuento con profundo esmero, conscientes de que su oficio es el de engastar una joya. Piezas como“ Bola de sebo”( Maupassant),“ Los asesinos”( Hemingway),“ Señora con perrito”( Chejov),“ Macario”( Rulfo),“ Eclipse”( Monterroso),“ El nadador”( Cheever) o“ Verdor”( Tomás González) representan altos y definitivos momentos de la creación artística, por más de que se trate solo de unas cuantas páginas. A veces es asunto de muy pocas líneas, como en el conocido caso de muchos de los cuentos de Augusto Monterroso( Guatemala).
Leer muchos y excelentes cuentos tal vez sea una de las claves necesarias para escribir los propios, cuando se tienen buenas historias que contar. Y es eso, sin duda, lo que hacen con gusto y con rigor en el Taller de Creación Literaria de Extensión Cultural de la Universidad de