Agenda Cultural UdeA - Año 2010 ABRIL | Page 2

ISBN 0124-0854
N º 164 Abril de 2010

Miguel Hernández, poeta de la tierra

¿ V ive aún Miguel Hernández, vive aún la poesía de quien hizo del poema un campo de batalla libertario, así como una queja profunda y a veces triste del amor, de la tierra, de la soledad? ¿ Al cumplirse cien años de su nacimiento lo recordamos por haber ido a la guerra y morir joven( como los dioses los prefieren), al tiempo que lo reconocemos como poeta de la tierra y la libertad? No miente quien escribe:“ Aquí estoy para vivir / mientras el alma me suene, / y aquí estoy para morir, / cuando la hora me llegue, / en los veneros del pueblo / desde ahora y desde siempre. / Varios tragos es la vida / y un solo trago la muerte”.

Sin duda, la poesía de Miguel Hernández( Orihuela, 12 de octubre de 1910 – Alicante, 28 de marzo de 1942) está hecha de sus propias entrañas y, como tal, resuenan en ella los ecos profundos de su dolor de paria( paria era su España de comienzos del siglo XX sumida en la pobreza y bajo las mordazas de la tiranía y la ignorancia). Pero resuenan también los acordes de su queja humana del tamaño del amor
de su familia, de la cebolla que es“ escarcha cerrada y pobre” y es el único alimento de su hijo hambriento, del dolor y la rabia ante la muerte de su amigo Ramón Sijé(“ Quiero escarbar la tierra con los dientes / quiero apartar la tierra parte a parte / a dentelladas secas y calientes. / Quiero minar la tierra hasta encontrarte / y besarte la noble calavera / y desamordazarte y regresarte”), de la soledad que lo derrotaba en las bregas políticas y en el desánimo de las ausencias, de las alas y la alegría que recuperaba en el poema y nunca lo dejaron abandonado a expensas de la barbarie de la guerra, ni del estéril campo de los partidos y las absurdas disciplinas de las doctrinas.
Es justo conmemorar a Miguel Hernández y volver los ojos a su poesía, buena parte de la cual no apaga su grito y su lloro, como no se diluye su canto amoroso que piensa en la sed de los cuerpos y en el corazón“ fértil y tierno”. Es justo leer su poesía frente a él y su lenguaje, frente a su palabra desnuda que supo cantar la libertad,