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ASOCIACION DE OFICIALES DE LAS FUERZAS ARMADAS Y POLICIA NACIONAL DEL PERU 3 OPINIÓN Por: Arturo Castro LOS DEL SUR Chile siempre fue y seguirá siendo un país beligerante en el vecindario. Hasta 1883 jamás tuvimos frontera con éstos rotos y mapuches mezquinos y rastreros. Sus gentes venían a Lima a ganarse la vida, aquí se les abrió las puertas de par en par. Se les brindó oportunidades, se los ayudó a labrarse un porvenir. Algunos fracasaron porque no estaban preparados para sobrevivir y competir en una ciudad hermosa y moderna como Lima. Ni sus ingentes inversiones en nuestro país en el presente, los ha hecho olvidar antiguos odios, rencores cainitas y su fariseísmo ramplón. Estos últimos días, turbas de chilenos xenófobos, han atacado coordinada y cobardemente los Consulados de Perú en Iquique y Arica. Estos hechos pintan de cuerpo entero el odio mezquino y pávido que tienen a los peruanos, que se origina en su propia inseguridad y ruindad como país. Estos roñosos del norte de Chile, nos recuerdan a aquellos individuos que en 1879, en Valparaíso a la llegada del Plenipotenciario Peruano José Antonio de Lavalle, el populacho lumpen, de igual o peor especie, convocada sin lugar a dudas por sus autoridades, agredieron física y sicológicamente al enviado especial del Presidente Mariano Ignacio Prado. El comportamiento lumpenesco de estas turbas bárbaras, quedó ampliamente demostrado en Noviembre de 1881, cuando llegó detenido el Presidente Francisco García Calderón Landa, a purgar cárcel por haberse opuesto a cesión territorial y fue objeto de la peor demostración hostil que se recuerde. Hoy luego del fallo de la CIJ-Haya, se toman libertades propias de gente salvaje y retrógrada, irrespetuosa y violadora de los convenios internacionales, sus dirigentes están podridos en la envidia y rencor que tienen al Perú desde que fueron despreciados por Diego de Almagro, debido a sus tierras inhóspitas y estériles. Buscan mil pretextos para incumplir un fallo del más alto tribunal de justicia del planeta. Su gente acomplejada que se considera descendiente de alemanes y franceses, no es europea y tampoco es indígena. Vagan por ese desierto mental lapidario buscando su propia identidad perdida, manteniendo una crisis existencial de ser o no ser americanos. Despreciados por sus vecinos, nadie los puede ver en el barrio después de su accionar traicionero con Argentina, durante la guerra de las Malvinas en que apoyó a Inglaterra y traicionó al Perú durante el conflicto del Cenepa en que vendió armas al Ecuador, siendo un país garante del Protocolo de Río de Janeiro. La historia es rica en ejemplos y ha quedado para el presente, lo que expresaron en su momento, pro hombres Peruanos que defendieron Lima de la voracidad y rapiña chilena. Hoy, hay muchos connacionales que prefieren por cobardía, reescribir una nueva historia de amistad y olvidar abusos excesos y atropellos, cometidos por la soldadesca chilena en los dos años 10 meses de ocupación de Lima. Manuel Gonzales Prada lo ha expresado mejor que nadie y no es por odio ni revanchismo, sino porque es una verdad tamaño de una catedral, cuando expresa que: “Con Chile no vale razones: su conducta pasada nos anuncia su conducta venidera, que nunca se guiará por un espíritu de justicia, nunca procederá de buena fe con nosotros: su americanismo no pasa de un gastado recurso oratorio: tiende la mano al Perú con tal que el Perú le conceda cuanto quiere pedirle. Se sorprende o finge sorprenderse de que algún peruano guarde el recuerdo de las abominaciones cometidas en la guerra del 79”. Después de leer el mensaje de Manuel Gonzales Prada, ¿Podremos ser tan ingenuos y confiados en creer, en la buena fe de los dirigentes chilenos, cuando aseguran que cumplirán el fallo de la Haya? No. ¿Podremos confiar en que los trabajos de implementación se realizarán en el tiempo más breve? No. ¿Acaso no es despreciable el comportamiento sinuoso de los dirigentes chilenos a lo largo de su historia? Si. | 8 | ADOFAIP | Enero - Febrero | 2013