Quienes pretenden soluciones instantáneas (o una salida mágica a su problema) son
quienes degluten can dades tremendas de medicamentos. Pero estas personas lo
hacen sin conocer todos los riesgos que corren al hacerlo.
Existen distintas clases de fármacos y antiácidos que habitualmente se recetan con el
objeto de aminorar los síntomas del reflujo ácido y también de la gastri s. El
problema es que todos ellos generan indeseables, y muchas veces nocivos efectos
secundarios. Estos efectos indeseados van desde molestias gastrointestinales aún
mayores, cólicos, estreñimiento, hasta hipertensión arterial, alzheimer e incluso
cáncer.
Además, algunos de estos medicamentos suman el inconveniente de
generar resistencia a su efecto por tolerancia, esto quiere decir que el cuerpo se
acostumbra y dejan de ser efectivos, por lo que deben ser reemplazados por una
medicación aún más fuerte, que a la larga, también deberá ser reemplazada.
Por supuesto quiero dejar bien en claro, que en todos los casos, no es el paciente el
que ha de suspender la medicación por su cuenta, sino que antes debe realizar una