sufrido por los síntomas de la rosácea sintiéndome fea, avergonzada, frustrada,
evitando que me miren a la cara y un sin fin de situaciones humillantes. Siempre
esquivaba las miradas, comencé a tener menos vida social hasta llegar a un punto
de aislamiento casi total por culpa de la maldita rosácea.
Fueron tiempos horribles, al punto de que todos esos padecimientos llegaron a
controlar mi vida quitándome cualquier posibilidad de felicidad e impidiéndome
llevar una vida normal.
Alguna de las situaciones que he vivido durante muchos años tal vez te sean
conocidas ya que quizas tú también las estás viviendo...
Estar despierta/o en la noche preocupada por tu rosácea y por como te
levantaras a la mañana siguiente.
Agravar tu cuadro a causa de la utilización de maquillajes inadecuados para
"tapar" el problema.
Tener la piel seca, con comezón y escamosa debido al uso de "formulas
mágicas" que no funcionaron.
No querer verte en el espejo por miedo a lo que te mostrará.
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