Siempre adelante
A pesar de todos estos desafíos expuestos, realmente el logro de esta emprendedora no se limita al propio crecimiento administrativo del mismo o a los peldaños en la escalera del triunfo que logró subir. La lucha de Sofía también involucraba su rol como madre y el tiempo que lograba pasar con su hija.
Otro factor complicado para la emprendedora fue quitarse de la mente esa idea de que ella fuera mala madre por dedicarse a trabajar. Entonces alguien le dijo: “No eres la primera ni la última mamá que va a trabajar por cumplir sus sueños. No lo veas como malo porque le estás enseñando a tu hija que cumpla su sueño.” Sofía entendió que debía saber disfrutar las dos cosas.
Conclusion.
“Yo todos los días tengo miedo” comenta, pero ella ha aprendido a canalizarlo. “Cuando tengas que llorar, llora. Cuando tengas que gritar, grita; disfrutar cada etapa de tu emprendimiento”
El miedo para Sofía no es un obstáculo, sino una herramienta que la incentiva a seguir adelante. “Hay que descubrir el potencial que tenemos; saber a qué tenerle miedo y a qué no” concluye.