Imperio Nuevo (1.580 – 1.100 a.c.) La unificación del territorio, realizada por el faraón Ahmosis, permitió ampliar los dominios hasta Palestina y Siria. Además, Amenofis IV instauró una nueva religión en Egipto basada en el culto al dios Atón e instaló la capital en Tell el-Amarna.
En este periodo se produjo la decadencia de Egipto, que sufrió los ataques asirios y persas. En el siglo IV a. C. fue conquistado por Alejandro Magno, y en el 30 a. C. los romanos lo convirtieron en provincia de su imperio.