Accion Civica 7 (Eduvisión, 2009) Accion Civica 7 (Eduvisión, 2009) | Page 40

El delito y la violencia en nuestras vidas Las personas perciben que la delincuencia ya no está solo en el centro de San José, sino que ya llegó hasta sus hogares. Los costarricenses perciben que la zona de mayor criminalidad es San José centro y cantones cercanos a este, debido a que muchos han sido víctimas de delitos de asalto y robo. Los delitos contra la propiedad obligan a que las personas tomen medidas, para salvaguardar su integridad física. Ejemplo de ello son las casas con alarmas, videocámaras, alambre navajas, portones... Los delitos que sufren las personas son de diversos tipos; de hecho, dependen del nivel socioeconómico de las zonas y son diferentes en mujeres y hombres. Características generales de la victimización en Costa Rica Diferencias por sexo En nuestro país quienes más sufren de violencia patrimo- nial son los varones. Ejemplo de este tipo de violencia son los robos, estafas y daños a carros. En cuanto a las mujeres, estas son más víctimas de abusos sexuales, emocionales, asaltos (por exposición de joyas y carteras). Muchos asaltantes ven a las mujeres “presa fácil”, pues esperan que actúen en forma pasiva. 40 Diferencias por edad Diferencias socioeconómicas Distribución geográfica Las edades más frecuentes de la victimización oscilan en edades entre los 25 y 34 años, debido a que las personas tienen mayores bienes patrimoniales por ser parte de la po- blación económica- mente activa. Parece que en nues- tro país el nivel económico se vincula con la cantidad de violencia que sufren ciertos sectores de la población. Según estadísticas, las perso- nas de clase alta dicen haber sufrido mayor cantidad de delitos violentos, que las de clase media y baja. Esto se refleja en estadísticas del último año; más de un 30% de los entrevistados de clase alta han sufrido violencia por algún tipo de delito. A pesar de que en las zonas urbanas sucede la mayoría de los delitos, no se puede decir que en las zonas rurales las personas no sufren la victimización del delito. En las zonas urbanas, el desarrollo de la vic- timización no es igual; existen zonas con mayor desarrollo de la crimina- lidad. Igual sucede con las provincias de nuestro país, las cuales tienen un comportamiento diferen- te de la criminalidad. Tales son los casos de San José y Limón, con altos niveles delictivos.