El delito y la violencia
en nuestras vidas
Las personas perciben que la delincuencia ya
no está solo en el centro de San José, sino que
ya llegó hasta sus hogares. Los costarricenses
perciben que la zona de mayor criminalidad
es San José centro y cantones cercanos a este,
debido a que muchos han sido víctimas de
delitos de asalto y robo.
Los delitos contra la propiedad obligan a que las personas
tomen medidas, para salvaguardar su integridad física.
Ejemplo de ello son las casas con alarmas, videocámaras,
alambre navajas, portones...
Los delitos que sufren las personas son de
diversos tipos; de hecho, dependen del nivel
socioeconómico de las zonas y son diferentes en
mujeres y hombres.
Características generales de la
victimización en Costa Rica
Diferencias
por sexo
En nuestro país
quienes más sufren
de violencia patrimo-
nial son los varones.
Ejemplo de este tipo
de violencia son los
robos, estafas y daños
a carros. En cuanto a
las mujeres, estas son
más víctimas de abusos
sexuales, emocionales,
asaltos (por exposición
de joyas y carteras).
Muchos asaltantes ven
a las mujeres “presa
fácil”, pues esperan que
actúen en forma pasiva.
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Diferencias
por edad Diferencias
socioeconómicas Distribución
geográfica
Las edades más
frecuentes de la
victimización
oscilan en edades
entre los 25 y 34
años, debido a que
las personas tienen
mayores bienes
patrimoniales por
ser parte de la po-
blación económica-
mente activa. Parece que en nues-
tro país el nivel
económico se vincula
con la cantidad de
violencia que sufren
ciertos sectores de
la población. Según
estadísticas, las perso-
nas de clase alta dicen
haber sufrido mayor
cantidad de delitos
violentos, que las de
clase media y baja.
Esto se refleja en
estadísticas del último
año; más de un 30%
de los entrevistados
de clase alta han
sufrido violencia por
algún tipo de delito. A pesar de que en las
zonas urbanas sucede la
mayoría de los delitos, no
se puede decir que en las
zonas rurales las personas
no sufren la victimización
del delito.
En las zonas urbanas,
el desarrollo de la vic-
timización no es igual;
existen zonas con mayor
desarrollo de la crimina-
lidad. Igual sucede con
las provincias de nuestro
país, las cuales tienen un
comportamiento diferen-
te de la criminalidad.
Tales son los casos de
San José y Limón, con
altos niveles delictivos.