Junto a otros siete imputados, incluyendo militares de alto rango y ex ministros de su gobierno, Jair Bolsonaro enfrenta penas máximas que podrían llegar a los 40 años de prisión.
La denuncia de la Fiscalía presentada en febrero acusa a Bolsonaro y 33 sospechosos de intentar invalidar los resultados de las elecciones de 2022, donde Lula resulto ganador, a fin de mantenerse en el poder.
Según el juez Alexandre de Moraes, instructor del caso y primero en votar "Tuvimos un intento de golpe de Estado violentísimo, una violencia salvaje, con petición de intervención militar para un golpe de Estado", al argumentar su voto en la audiencia. El juez sostuvo que "la organización criminal siguió todos los pasos necesarios para derrocar al gobierno legítimamente elegido" en un objetivo que "no se concretó" por "la resistencia de los comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea a las medidas de excepción".
"Es un momento único en nuestra historia, el de procesar y juzgar, dentro de la Constitución, a aquellos responsables por atentar contra el Estado democrático de derecho", afirmó en una nota el jefe del Partido de los Trabajadore, PT, el senador Humberto Costa.
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