Los fermentos son una gran elección, vinagres con la madre, el kéfir en agua o en leche, tempeh, miso de soya no transgénica, kombucha de té verde y negro fermentado, quinche de repollo y rábanos, sour crema, yogurt natural sin azúcar adicionada, vino, cerveza artesanal, cidra de manzana.
Al consumir alimentos fermentados, se genera un proceso donde las bacterias y las levaduras, rompen las azucares, para generar un subproducto que va a mejorar la flora intestinal, enriqueciéndola y equilibrándola.
Los fermentados, hacen un proceso en que las bacterias naturales se alimentan de sus azúcares y almidones, produciendo ácido láctico. La fermentación hace que los alimentos se conserven por más tiempo sin necesidad de químicos y preservativos y les brinda un sabor característico, producen enzimas, vitaminas B, B1, K, entre otras, ácidos Omega 3, y varias cepas de probióticos, entre otros.
Beneficios de fermentados:
Fortalecer el sistema inmunológico, previenen las alergias y las afecciones de las vías respiratorias, mejoran los hábitos de sueño, elevan la serotonina, rejuvenecen las células del cuerpo, liberan es stress, liberan los radicales libres. Combaten la inflamación crónica.
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