Una nueva tendencia entre las familias es “dar a los niños experiencias en lugar de cosas”. Esta razón popular es por las observaciones de los padres en que vean que sus hijos generalmente no recuerdan los juguetes que han tenido tanto como recuerdan sus experiencias durante su niñez.
¿Qué pasaría si sus lecciones escolares también se basaran en experiencias?
El aprendizaje experiencial ha existido de alguna manera en las escuelas durante mucho tiempo. Generalmente en los laboratorios de ciencias de la escuela secundaria o en el área de bloques del kinder. Y me imagino que estos sean momentos de nuestra propia educación escolar de los que recordemos aspectos, al menos mucho más que cualquier página de cuaderno en particular de escritura o trabajo de matemáticas. Si ese es el caso, que manipular objetos mientras interactuamos dinámicamente con otros para un aprendizaje “práctico” son aspectos de nuestra educación que todavía podemos recordar claramente, entonces podríamos preguntarnos por qué una mayor parte de la instrucción cotidiana no se ha desarrollado para ser basado en experiencias.
El Departamento de Educación del Estado de Nueva York propone implementar una nueva vía para el diploma de escuela secundaria emitido por el estado: una que proporcionaría aprendizaje basado en proyectos y evaluaciones basadas en el desempeño. ¿Qué significa esto para re-imaginar el estándar de educación para nuestros niños?