Cuando la mayoría de los latinos en los Estados Unidos piensan en inmigración, no se dan cuenta de que es el primer paso hacia la ciudadanía estadounidense para los nacidos en el extranjero. Las dos cosas más importantes sobre la ciudadanía estadounidense, son el derecho a votar para, que no se le prive del derecho al voto y la capacidad de traer a su familia legalmente a los Estados Unidos.
En una democracia, el poder del voto es enorme, así como ya saben quienes han estado privando a los latinos de sus derechos durante los últimos 35 años. La privación de derechos significa que estás subyugado y oprimido. Votar es noticia de primera plana hoy en día, ahora que las leyes electorales están siendo modificadas en muchos estados conservadores que dan afirmaciones falsas de fraude electoral y el reciente fracaso del Congreso de los Estados Unidos para aprobar la Ley de Derechos Electorales.
Aunque los latinos en los Estados Unidos representan casi el 20 % de la población, solo representaron el 10 %
de los votantes en las elecciones del 2020, y este fue un porcentaje históricamente alto nunca antes visto. La supremacía blanca en los Estados Unidos no quiere
que los latinos voten ni tengan el poder
del voto, y por eso las leyes de inmigración se han vuelto restrictivas y se ha criminalizado a los inmigrantes.
No puede convertirse en ciudadano estadounidense con derecho a voto, si
no se le permite ingresar legalmente,
o si es deportado en la frontera cuando su
entrada no está autorizada o documentada a través de una ruta legal. Los latinos en este país nunca podrán opinar sobre su futuro si se bloquea su capacidad de ingresar legalmente y se penaliza su ingreso no autorizado. ¡No podemos permitir que esto continúe! ¡No podemos permitir que los latinos sean subyugados
y oprimidos quitándoles el camino a la ciudadanía estadounidense y su derecho a ser votantes!