A Pablo Antonio Pizzurno. | Page 29

Memoria en la muerte de Pablo A. Pizzurno Solo una vez lo ví. Radiante el día, Cruzaba el sol sobre los altos árboles; Mañana fresca sin romanos mármoles, Pero con un jardín que florecía. Las primerizas flores que veía, Desde la negra tierra alzarse al cielo, Desde que fue el invierno; frío hielo, Que amenazó en sus ojos la armonía. Una mirada clara, azul, serena, de quien se eleva sobre la terrena Prisión del alma y libra el corazón. Y en el dorado otoño que hoy cruzamos Recuerdo muchos, claros, frescos ramos Y su mirada plena de emoción. Carlos Oscar Cupo.